En el último cuarto del siglo XX hubo un cambio significativo en lo relativo a la identificación de las fuentes de creación de valor de las compañías. En la mayor parte del siglo, los activos tangibles fueron señalados como la principal fuente de creación de valor. Sin embrago, en los últimos 25 años comenzó a reconocerse la vital importancia de los activos intangibles como fuente de ventaja competitiva de las corporaciones. Dicho esto, no menos cierta es la dificultad con que nos encontramos a la hora de valorar dichos activos. La marca es, sin lugar a dudas, uno de los activos más valiosos de muchas compañías, así como también uno de los intangibles cuya valoración se torna más dificultosa. El objeto de este trabajo es aportar un panorama de lo que se ha logrado hasta el momento en materia de valoración de marcas y señalar el camino que queda por recorrer en vistas a una homogeneización de criterios en la materia. Para ello, el primer paso fue ubicar a la marca dentro de los diversos activos intangibles que tiene una compañía. Luego, busque identificar las dificultades con que nos encontramos a la hora de valorar una marca; para finalmente analizar los diferentes métodos utilizados para la valoración de marcas, señalando sus fortalezas y debilidades. Dicionalmente, y creo uno de los aspectos más valiosos de un proceso de valoración de una marca, destaco la importancia de tratar de identificar aquellos parámetros que influencian el valor de una marca.