Con este libro se cierra la trilogía que compone todo proceso de enseñanza-aprendizaje: cómo enseñar para logar aprendizajes significativos (“Cuerpos Amaestrados Vs. Cuerpos Inteligentes”), para qué planificar (“Caos o Planificación”) y qué evaluar (“La Evaluación en la Danza, mucho más que poner una nota”). Únicamente al analizarlos juntos se comprende mejor la incidencia que cada uno tiene sobre los otros. Se trata de la octava entrega de la colección “Balletin Dance Didáctico, Compartiendo Ideas”, una serie de textos destinados a profesores de danza y de toda actividad que comprometa al cuerpo humano. La pedagoga Alicia Muñoz logra traspasar de manera ágil y eficiente, al campo de la actividad corporal, aquellas investigaciones y teorías que permiten establecer la manera en que los estudiantes se apropian del movimiento. Las herramientas precisas que se ofrecen, permiten ser puestas en práctica rápidamente por los docentes, y así lograr un aumento de la creatividad y afianzamiento de su rol, como la mejora en el rendimiento de su alumnado. Reflexionar sobre la tarea cotidiana de cada uno, para encontrar mejores prácticas docentes, es uno de los objetivos centrales de la propuesta de esta colección, con el fin de facilitar y contribuir a la profesionalidad del maestro de danza. En este volumen se describen las diversas formas de evaluación trasladadas al trabajo corporal, que servirán para demostrar la importancia que conlleva el acto de evaluar en el acto de aprender. ¿Por qué evaluar es mucho más que poner una nota? Alicia Muñoz asegura que se trata fundamentalmente de un acto ético, con cantidad de variables que el docente debe tener en cuenta y analizar a la hora de calificar a un alumno.