La evolución de la Dirección de Operaciones ha ido muy unida a importantes desarrollos históricos desde la Revolución Industrial hasta la actualidad marcada por la concienciación de la responsabilidad social. Hoy, el estudio de las operaciones pasa por el análisis de las interacciones de la empresa con su entorno y la cohesión en el ámbito interno de forma que se disponga de un sistema eficaz de respuesta al cambio. Ya decía Dña. Petra Mateos en el año 98: «el estilo de dirección de las compañías necesita ser contingente y adaptativo» y ponía en valor la necesidad de dotar de flexibilidad a las organizaciones y la dirección del trabajo, creando redes de compañías. Hoy, la cadena de suministro es una filosofía de trabajo que integra funciones y procesos dentro y entre compañías buscando optimizar todo el proceso de fabricación, suministro, programas de fabricación, almacenaje y distribución. Lo que se observa en la actualidad es que la industria persigue la reducción de costes, la respuesta ágil y la mejora de la calidad. Es decir, está buscando mejoras en la capacidad de competir. La competencia está estimulando a las compañías a identificar nuevas formas de organización del trabajo que posibiliten mejorar todas y cada una de las etapas comprendidas en la cadena de suministro. En este sentido cabe destacar que la cadena de abastecimiento o supply chain juega un papel esencial pues es un proceso global y cada vez más estratégico y es a la vez un poderoso generador de ventaja competitiva. Hoy, las empresas tienen muy claro que el mayor valor que pueden aportar a su negocio es la excelencia en la gestión de su cadena de suministro y saben que ésta es una clara ventaja competitiva frente a sus competidores. A lo largo de esta monografía iremos mostrando ejemplos que así lo ponen de manifiesto. Sin duda hoy la digitalización se presenta como una herramienta útil encaminada a aumentar la productividad, la calidad y la flexibilidad de la supply chain no obstante debemos señalar retos importantes como son la reducción de costes vía eficiencia, la protección de los procesos y el factor humano y la digitalización del proceso productivo. En relación con el factor humano cabe destacar que este es crucial hasta en entornos de producción muy automatizados. Esto es así por la creatividad, experiencia y habilidad para asegurar y evaluar situaciones. El concepto de cadena de valor desarrollada por Porter (1985) es una herramienta poderosa para la desagregación de una empresa en sus actividades estratégicamente relevantes de manera que permite centrarse en fuentes de ventaja competitiva, es decir en actividades que contribuyan a la obtención de mejores precios o menores costes. La supply chain en en un contexto de cadena de valor global implica también la búsqueda de una mejor gestión de proveedores, la incorporación de nuevas tecnologías de producción, la gestión ambiental y la investigación para una economía circular. También queríamos mostrar en esta breve introducción de la importancia de la filosofía de trabajo lean en la dirección de las operaciones. Los parámetros básicos para el buen funcionamiento lean deben ser la eliminación despilfarros, seguir un modelo de flujo de producción «pull flow»[1], hacer los problemas visibles para poderlos solucionar, crear estándares basados en buenas prácticas y perseguir la mejora continua. [1] Este modelo centra el negocio en el cliente y este es el que marca la cantidad exacta a fabricar de nuestro producto, en unos estándares de calidad solicitados, en el momento exacto que lo precisa.