La creatividad es una habilidad muy valorada por la actividad publicitaria, que logra transformar esa capacidad en un producto de su esfuerzo intelectual. La creatividad trata de armonizar la búsqueda de la verdad con el encuentro de la belleza, y es ahí donde radica su dificultad. Nos explica que ser una persona creativa es imprescindible para cualquier profesión actual, que necesitan la innovación como factor clave, pero sobretodo para la publicidad. El hecho de ser creativo supone un desafío, puesto que hay que desarrollar la condición humana más allá de los conocimientos que se pueden haber aprendido con otros estudios, es necesario ser flexible, dinámico e innovador. También nos enseña cómo utilizar la capacidad creativa como una herramienta indispensable de trabajo, puesto que supone ver similitudes allí donde los demás ven diferencias. Resulta interesante ver cómo el proceso de invención proviene del mundo clásico, que la considera un arte, el arte de investigar temas con el propósito de descubrir la línea que nos conduzca a una discusión fecunda. La retórica aristotélica supone una parte importante, puesto que su fin es persuadir y conmover, y eso es en definitiva lo que intenta el publicitario. El planteamiento clásico nos muestra que existe una relación entre invención e investigación. Es decir, que es importante conocer e investigar antes de inventar. La seducción se logra pues, por medio de la palabra, para ello el publicitario deberá elaborar sus argumentos y transformarlos, con herramientas como los análisis de mercado, la competencia, el público y los medios y soportes del mensaje. Ser creativo exige tener la mente abierta, muchos lo consideran un signo de inteligencia, ya que supone la capacidad de tener un pensamiento abstracto. La combinación de las facultades de la inteligencia, como el recordar y el reconocer, y las facultades creativas, como descubrir, asociar y combinar, es lo que hace que se logre el éxito. Todo proceso de creatividad no es tangible, pero sigue una serie de fases: la primera de preparación, la segunda de incubación, la tercera de visión y la cuarta de verificación. Estas fases son asociadas a unos estados psíquicos: primero tensión, luego frustración, más tarde alegría y por último concentración. Uno de los modelos que se nombran en el libro es el Brainstorming (o tormenta de ideas) como modelo de creación de ideas, que consisten en un análisis, una búsqueda colectiva de ideas y por último la selección de las mismas. Por último, cabe destacar la afirmación de que la comunicación de masas desplaza a la comunicación interpersonal, ya que la publicidad está de moda y para seducir es necesario diferenciar, por eso el mensaje publicitario utiliza tanto imagen, como sonido y la palabra. En definitiva, para ser creativo hay que tener una serie de cualidades como el dominio de la imaginación, una sensibilidad innovadora y una capacidad de implicación, conseguir todas estas cualidades hará de nosotros unos excelentes publicitarios y creativos.